No te ha parecido que hoy sonaban las campanas más tristes apagadas, pausadas.
No te pareció que hoy las campanas fueron tocadas por un alma triste y desdichada.
No te pareció que hoy las campanas tenían un eco sonoro y lejano.
Tímido sonido que una vez, avergonzado entre las luces y sombras de una vela te mira y sonríe.