Y aún lo miro


Y aún tras cuatro años de su hastío,
cada día que paso por su seno
lo miro
anhelando aquel perro sereno,
lo miro
anhelando su brillar solitario y certero.

Y aún en el presente
sabiendo que no volverá 
sigo mirando por si, ausentes
en los días está 
una luz inexistente
tras mis paredes de sal

Así es el azar.


En la brisca bastos.
En el domino dos cincos.
En el parchís triple seis.

En los juegos es suerte.
En la vida tino.

Canta un gallo libre desde lo alto de aquel balcón,
lleno de heridas por la batalla contra aquel halcón.
Cantan las gallinas desde lo inmenso de su encierro,
con los corazones en los huesos, culpa del aberro.

Y acabar por fin.

Esta tortura del pensar desordenado.
Este horrible mundo de los sueños, eterno.
Este único momento especial.
Esta única tortura individual.

Esta forma fría de escribir sin pensar.
Este calor dentro del alma.
Estas ganas eternas de tirar a la basura todo el pasado,
tirar a la basura todo el futuro.

Tirar por un precipicio el presente inminente.



Quizá suene bonito esto que acabo de escribir o quizá seas capaz de ver el trasfondo de mis palabras y te aterre que sea capaz de pensar estas cosas, sea como sea para mi esto no es un pensar frío, para mi esto es aparentar que soy un alma libre del lastre de otras personas un alma pura que sabe que es alma y que siente que es cuerpo.
Quizá mi único problema sea que ni siquiera yo sé quien soy, quizá mi mayor problema es no tener una identidad clara, quizá mi problema sea esa dualidad que decidí crear en mí innecesariamente.