Esputar sangre a cada latido


Tengo ganas de hablar con el corazón en la boca, esputar sangre a cada latido, a cada palabra.
Hay ira, frustración, preocupación, rabia, enfado, tristeza...

Tengo ganas de agarrar todas esas ridículas líneas trazadas y hacerme una pequeñas flechitas.
Disparar a los instigadores, mentirosos, ocultadores de información, Judas, Poncios Pilatos...

Tengo ganas de parar el mundo, y gritar que todos son IDIOTAS.
Intereses económicos, energéticos, territoriales, religiosos, culturales...

Tengo ganas de decir a todos que se equivocan, que me equivoco, que nadie tiene la verdad, que se bajen todos de su risco de egoísmo, consumismo, capitalismo, afán de protagonismo ...

Ese mundo ilógico que han creado por y para ellos.
Un lugar estúpido en el que todo encaja, por y para ellos.

Querría decir que me niego a permanecer callada pero, ¿qué puedes decir? ¿qué puedes hacer?.
¿Hacer una cadena de manos blancas? Algo muy bonito para publicitar la concienciación ciudadana
¿Donar dinero a ONGs que cuiden a niños indefensos? Un interesante mecanismo para calmar la conciencia del pasivo occidental.
¿Ir a ayudar con una ONG? Como diría mi abuela "Pan pa' hoy y hambre pa' mañana"

Querría decir que me niego a pensar que todo está perdido, que no hay nada que hacer pero, Realmente, estamos vendidos, VENDIDOS a esos Instigadores, Mentirosos, Ocultadores de información, Judas, Poncios Pilatos....

Piojos


Azul-grisaceo

Pura ternura tras una armadura de piedra. 
Si no fuera un estereotipo...

Azul-verdoso

Incertidumbre, rabia, aprecio, tristeza, dolor, cariño. Mucho cariño.
Puedes conmigo

Marrón-verdoso

Es tan pequeño, tan tierno, tan desconcertante. Entrañable.
Yo estaré contigo

Marrón miel

Me encantan esos escudos tan alegres.
Necesito aprender

Marrón

La quiero
Miente
Duele
Miente

Marrón oscuro

Tiene miedo, lo se, solo intenta que no le hagan daño.
Quiero ayudar, no te haré daño.

Negro

Con un momento podría hablarte de su vida sin duda alguna, 
Un momento allí podían ser horas...
Será nuestro secreto.

Llegando a la nada


Se dieron la mano, se miraron y sonrieron.

Como aquella vez que el mundo creyó que los grandes tabús de la humanidad se habían eliminado. Esa sonrisa acompañada de una mirada de esperanza. Esa sonrisa que grita "¡POR FIN!". Esa sonrisa que se engrasa en las lágrimas de todos los intentos que fueron fallidos.

Subieron muy rápido las escaleras hasta llegar a aquella enorme ventana. 

Como sus corazones, frenéticos ante aquel enorme árbol que, siempre espera al murmullo de una guitarra romántica o un arpa rasgada para mover suavemente una de sus ligeras ramas. Que espera a lo agresivo de un piano español o una caja marcando una marcha para sacudir rápidamente a todos los pajarillos que cómodos descansaban a esa hora en la que las nubes se almidonan de naranja espuma.

Todo se llenó de cristales y echaron a volar.

Como aquella primera golondrina de la primavera que desde lo más alto de aquella cornisa se dejó caer con los ojos cerrados, las alas abiertas y el corazón a punto de estallar. Pero sintió una suave brisa en las plumas y, es que, antes si quiera de poder abrir los ojos ya había alzado el vuelo.

Las sonrisas fugaces
te harán volar

Y vivir.

Te tengo
entre mis brazos

Quiero unirnos en
uno solo,
intentar fundirnos
eternamente y tu
realmente quieres
otorgarme el beso inmortal.

Mucho es lo que el
uno sin el otro debemos vivir,
como un conjunto.
Honestamente, ya habrá tiempo de
olvidarnos juntos.

Lo rompieron todo.


Dejé la luz encendida para no dejar entrar a mis demonios y, aún así, entraron, entraron e hicieron daño a la único que no debían dañar, dañaron la estabilidad, dañaron la confianza y luego, a plena luz del día salieron y pude verlos, pude verlos tranquilos paseando por el cuarto, riendo al ver mi intento de lucha, admirando mi frustración y disfrutando de mis días de absoluto cansancio, de los días que, muy probablemente, estaría dispuesta a rendirme.

Y ahora les apago la luz pero, algunos aprendieron a brillar en la oscuridad y, si les enciendo la luz ya no les asusta acercarse cada vez un poco más a mi cama porque, ya saben que no gritaré, que no lloraré, ya saben que rompieron la caja donde estaban las sensaciones.

No te dejes atrapar por ellos.