Y no hay nada.


Y, esta vez, tu entrada en escena no me dio para escribir ni un solo párrafo.

Será cierto que las musas se gastan, que dejan de funcionar, que se rompen, que se les acaban las pilas.

Pero es que cuando la historia es siempre la misma, se acaban las nuevas sensaciones sobre las que escribir porque, escribir mil veces lo mismo no es sencillo.

Porque hace meses que mi mente montó una hoguera en mitad del parque y quemó todos los archivos de tus recuerdos así que ya no había por qué apenarse, porque ya no había nada porque no quedaba ni una micra de esa musa, porque la quemé como a las brujas.

¿Te quedas o te vas?


Estas con un pie en la más inmensa nada, un pie que flota en el aire del "qué más da" en el aire del "deja que todo pase"

Tienes un pie anclado a lo más hondo de la tierra, tierra de "yo controlo mi destino" tierra de "pase lo que pase"

Tienes un brazo amarrado a un árbol por una cuerda que no te deja caer al precipicio, una cuerda que te ata a este mundo terreno.

El otro brazo está estirado hacia delante como el niño que quiere alcanzar unas galletas del están de arriba, como el anciano que intentar agarrarse a la mano de su nieto para echar a andar

Los ojos siempre cerrados mirando tu mundo mental porque no hay nada que de más paz, no hay nada que pueda alegrarte más.

Puede que estés al borde de la existencia infinita

"El pasado es para los que no luchan el futuro"


Y, sí, el caso es que te quise, te necesité, te tuve sin tenerte y te tuve teniéndote.

Te reí, te lloré, te grité, te mire a los ojos, te soñé y nos soñamos.


Pero ya no te quiero ni te necesito y lo curioso es que sin tenerte te tengo y no teniéndote no te tengo.

Y ya no te río pero, tampoco te lloro, y no te grito ni te miro a los ojos porque ya no nos soñamos porque, ya no estás en mis sueños.


Porque ahora ya no es antes porque ahora es más un luego.

Retales


Ella no quería coger la colcha cálida e individual que había montado con los retales de su vida y coserla a la colcha de otra persona.
Ella no quiso sentir que necesitaba alguien a su lado. Era feliz disfrutando de su libertad.
Ella no quiso encerrarse en casa a esperar que otra persona llegara, ella quería no sentirse culpable si volvía a casa tras días de fiesta y había olvidado dar señales de vida.
No quería esperar a nadie y, tampoco quería que nadie la esperara.

Pero. 

Ella no contaba con que nuestros gustos cambian y con ello nuestros deseos porque, no lo conocemos todo y, por esa razón en ocasiones aquello que nunca habíamos deseado se convierte en una realidad con la que nos encanta vivir.

Y cosió su colcha a una más grande para que cubriera los sueños de ambos.
Y tuvo a alguien a su lado, pero solo eso, solo era una posición, no un encierro.
Y vivió tranquila, y pasaron días y no supieron el uno del otro y cuando volvieron a rozarse. Todo era perfecto.
Ella no esperaba a nadie y nadie la esperaba pero, por arte de magia ellos se cruzaban

Querer es poder.



Quise tocar las nubes con mis manos 
y acabé por pisarlas con firmes pasos.

Quise rozar el sol 
y estoy segura que siempre lo llevé dentro.

Quise volar alto, soltar lastre y no volver nunca 
y estoy segura que llegué más alto que muchos pájaros

Quise reír hasta doler 
y me di cuenta que lo del Joker no eran más que simples caricias

Quise llorar hasta ahogarme 
pero la inmensidad de los mares puede ser relativa.

Quise gemir hasta despertar a los vecinos 
y al abrir los ojos
todo el vecindario estaba en vela por mi culpa.

No tiene un fin claro.


Paseo por un parque apartado de todo el ruido de la ciudad, un parque enorme con un gran lago en medio, solo se escucha el ruido de los patos, el movimiento del agua y esos gritos de niños jugando que nunca podrían llegara a molestar.

Junto al lago hay un precioso sauce llorón, me encantan esos arboles, el juego de luces que sus ramas ofrece llega a hipnotizarme. Así que me siento en una piedra bajo el árbol, mirando al lago. Me quedo embobada con dos patitos pequeños que intentan salir del agua pero el escalón es tan grande que les está costando demasiado. Me enternece el corazón ver a "mamá pato" bajar de nuevo al agua y empujar el culo de los dos patitos para ayudarlos a subir.

Me tumbo en el cesped y me quedo hipnotizada con las ramas del sauce, el viento las mece y ellas bailan su danza de melancolía, su danza pesada, triste con un ritmo casi inexistente. La luz del sol, que ya está cayendo por el horizonte, se cuela entre algunas ramas del sauce y juega con el viento. Es el contraste perfecto, el sauce, viejo y cansado con su danza pesada mientras el viento y el sol como dos niños juguetones corretean e intentan animar al anciano sauce.

El sol ya casi ni se ve y las farolas han comenzado a encenderse así que decido levantarme y emprender camino hacia ningún sitio porque, eso es lo que quiero hacer, deambular sin un rumbo fijo al igual que mi mente esta divagando sin llegar a un puerto claro. ¿Seguirá pensando en mi tanto como antes?¿Desparecerá en algún momento de mi vida?¿Cuando volverá a cambiar todo?¿Cuantas mas personas se irán de mi lado?¿Viviré mucho más?¿De verdad estoy aprovechando al máximo mi vida?¿Soy feliz?¿Qué es ser feliz?¿De verdad hay gente que puede hallar felicidad en cosas tan horribles como asesinar cualquier organismo vivo?¿Cuánta gente podrá morir en un segundo en todo el mundo?¿Y cuánta gente nacerá?¿Será real todo aquello de la reencarnación?¿Por qué no puedo creer en nada?¿Por qué no quiero creer en nada?¿Por qué cree la gente?¿Por qué todos intentan imponer sus creencias?¿Por qué el mundo es así tal como es?¿Por qué mi ideología es una utopía si nadie se atrevió a probarla?¿Por qué nací en esta época y no en otra distinta?¿Cómo hubiese sido nacer en una época pasada?¿Pero que demonios me pasa en la mente, por qué no puedo parar de divagar?.

Ese pensamiento y mil más son capaces de pasar por mi mente en unos pocos minutos y todos son respondidos y meditados con toda la profundidad que mi mente es capaz de otorgar a las cosas.

Para cuando soy capaz de salir de mis preguntas encadenadas me doy cuenta de que la noche ya ha caído demasiado, me ruge la tripa y aunque no siento hambre creo que lo más oportuno sería meter algo a mi cuerpo así que, paro en un bar, tomo un bocadillo y me marcho a la estación de autobús. Fue un viaje muy bonito pero mañana a primera hora debería estar de nuevo en casa.

Todo es tan rápido como volver a abrir los ojos.

Cuánto te he echado de menos.

Cada mañana al despertar
Un pensamiento fugaz pasaba por su mente
Ahora no estaba sola, pero tampoco estaba con él
No quería sentir que lo necesitaba pero
Tenía ese sentimiento desde hacía ya semanas
O quizá eran meses

Te echo tanto de menos
Era la máxima de su pensamiento

Habían pasado tantas cosas juntos
Eran unos grandes amigos, de esos que nunca quisieron ser amigos

Estarían juntos siempre o, al menos, eso se habían prometido
Cuando se besaron por primera vez.
Había sido todo hablado sin una sola palabra
Antes amigos, ahora algo más, el futuro, ya se verá
Donde estén o como estén eso no importa siempre el uno con el otro
O al menos siendo libres.

De golpe él abrió su mente y se dijo
¿Echar de menos? Nunca lo había sentido tan fuerte.

Mañana volverán a estar juntos, no para siempre,
Está claro, pero al menos
No estarán separados tanto tiempo
O eso quieren creer.
Son almas libres presas de un sentimiento de añoranza.


Me echaré a volar.


Acérquense a centímetros de mí o aléjense a kilómetros porque, voy a desplegar mis grandes y pesadas alas.

Empezaré a aletear de un momento a otro y se que al principio nos dolerá el respirar por todo el polvo que voy a levantar, se que algunos os vais a marchar. Estoy segura de que me constará respirar, que me agotaré y que durante un tiempo me parecerá inutil seguir aleteando y, aunque me duerma cada noche pensando que mi sueño de rozar el sol es imposible, a la mañana siguiente volveré a crear ese polvo con la misma fuerza.

Porque llegará un día en que remonte el vuelo, llegará el día en que mis alas rocen el sol y se, que ese día cuando mire abajo los tendré a mis pies con todo el cuerpo lleno de polvo y una sonrisa blanca y enorme.

Ese día llegará y mis alas irán perdiendo tamaño y esas enormes y pesadas alas se irán haciendo pequeñas y ligeras. Será entonces y solo entonces cuando vuelva a pisar tierra sabiendo que nunca perderé las alas.

La enfermedad de la nostalgia.


Tenía tantas ganas de estar con él, que ya lo veía en cada esquina, la locura se apoderaba de ella y si cerraba los ojos e inspiraba con fuerza era capaz de escuchar su voz, ronca, dulce, cercana. "Cuánto te he echado de menos"
Cuando reía era capaz de escuchar su risa como en un eco lejano, cálida y cercana.
Cuando se tumbaba en la cama, con los ojos ya casi cerrados por el sueño, era capaz de entre ver por sus pestañas su nítido rostro.
Algunas veces, incluso se despertaba en mitad de la noche porque lo sentía a su lado, sentía sus caricias, sus besos, sus miradas

Vivió durante días, semanas y meses, la espera. Vivió siempre en ese anhelo constante.

Mientras, él en casa se preguntaba por qué ella ya no le hablaba, por qué ya no se despertaban con mensajes de buenos días o se despedían con un buenas noches, por qué ella ya no era como antes.

Simplemente ella había sido atrapada por el eterno sueño de la nostalgia.

Déjate llevar



Te tumbas en la cama nada más despertar. 

Miras el techo y te preguntas qué pasará ahora.

Sin saber por qué, tienes una lágrima corriendo por tu oído. 

Piensas por qué y te das cuenta de que, en esta vida, en realidad, nada tiene un porqué, que las cosas simplemente pasan.

 Entonces, dejas que pase, dejas que corra, dejas que tu alma llore sin pensar en desgracias ni en alegrías, sin pensar, solo dejas que tus ojos se limpien y que tu mente descanse en paz del estrés del día a día.

Lidiemos esta guerra.

Trincheras de guerra que creamos en tu cama
Trincheras de una guerra pacifica
Trincheras de una guerra que todo hombre debería lidiar
Trincheras de la única guerra que el hombre debería pugnar

Trincheras que abandonas por miedo
Trincheras que abandonas ansiando la libertad
Trincheras a las que fuimos por gusto
Trincheras que dejamos por deber patrio.



Tristes guerras
si no es amor la empresa
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras
Tristes, tristes

Triste hombres
si no mueren de amores
Tristes, tristes.

Miguel Hernandez

Cuánto.


¿Cuántas veces deseaste escribir sin saber el qué?
¿Cuántas veces deseaste hablarle pero en tu mente solo aparecían negativas?

¿Cuántas veces quisiste llorar y acabaste riendo?
¿Cuántas veces quisiste dejar de sentir y aún así te vendiste a las caricias del viento?

¿Cuántas veces dijiste amar a alguien y todo era simple aprecio?
¿Cuántas veces dijiste hasta pronto aunque sabías que era un adiós eterno?

¿Cuántas veces sentiste que te faltaban mil cosas por vivir pero te echaste a dormir?
¿Cuántas veces sentiste terror pero lo abrazaste con más fuerza?

¿Cuántas veces miraste unos ojos vidriosos y los ignoraste?
¿Cuantas veces miraste unos ojos que te mandaban mensajes cruzados y decidiste evitarlos?

¿Cuántas veces te sentiré antes de verte?
¿Cuántas veces te veré antes cansarme de sentir?

"Te quiero"

-Y ¿os dijisteis "te quiero"? - Preguntó con una mirada que derrochaba intriga y alegría.
-Pues, no - Dije yo mirando el humo que hacía un segundo salía de mi boca.
-¿Tan bonito y ni un te quiero? - Volvió a preguntar extrañada.
- ¿Para qué? Siempre lo mismo, soltamos los te quiero como si fueran palabras estrictamente necesarias para mantener una relación. Puedo quererlo o no quererlo eso poco o nada importa para darme el gusto y, aunque lo quisiera y lo dijera ¿ qué podríamos ganar, un "y yo" casi tan vacío como mi "te quiero"? - di una calada a mi cigarro, solté el humo cerré los ojos un segundo y, proseguí - lo siento si te defraudo pero ya no voy a decir más palaras protocolariamente correctas, me niego, quiero que cada una de mis palabras salga del corazón, quiero tener que pensarlas que me duela un poco o nada decirlas, emocionarme, sonrojarme, quiero sentir ese hormigueo en la tripa cuando diga una palabra importante.
-Joder chica, yo solo quería que me confesaras que se te ha clavado en el alma porque, yo te lo noto, no sabrás quitártelo de encima.
Y con las mejillas sonrojadas, la mirada perdida y una voz inquebrantable dije:
- Eso nunca lo sabremos, lo que si puedo decirte es que aun hoy seguiría guardando el "te quiero" en una caja muy escondida de mi trastero.

+Y que siga allí. Mientras las miradas hablen, los besos expresen, los abrazos se sientan y las risas abunden, la necesidad del "te quiero" se mantendrá en su valor mudo porque, una mirada vale más que mil "te quiero"s

Solo son historias.

Besos que no llenan
Sexo que no grita
Respiración que no se ahoga
Palabras que no susurran
Miradas que no perturban
Caricias que no se erizan

Una historia más que vana


Besos que te ahogan
Sexo que susurra
Respiración que perturba
Palabras que se erizan
Miradas que te llenan
Caricias que se gritan

Una historia más que llena.

Hace tanto ya.


Hace ya semanas que me encontré sentada en una gran roca junto al río 
con una carta en una mano y cerillas en la otra.

Hace ya semanas que con nuestras canciones sonando, inagotables, 
quemé tus ultimas palabras.

Hace ya semanas que con rabia deseé ver tu boca llena de sangre 
y a la vez verla junto a la mía para siempre.


Hace unos minutos volví a llorar por ti y, ¿sabes?
aun sigo pensando que estas lágrimas merecen la pena

Hace unos minutos volví a soñarte y, ¿sabes?
aun lloro cuando descubro que no estas aquí.

Hace unos minutos borre tu recuerdo de mi pared y, ¿sabes?
aun con la luz apagada el borrón de tu nombre me tortura.


Hace unas semanas sentí que todo volvía a empezar
Hace unos minutos todo se volvió a emborronar.

Así es y así fue

Hola, creo que nunca he escrito así en mi blog y me refiero con ese "así" a escribir de una forma fría, no calculada, pero las circunstancias del ultimo mes me hacen sentir la necesidad de dejar constancia aquí de este escrito que tanto sudor y lágrimas me costó escribir.


Llevo algo así como seis escritos arrancados por sentir que lo que expresaba en ellos no era lo correcto, no era lo que deseaba, pero es que me es tan difícil hacer esto que no se ni como hacerlo.

En el fondo no quiero un texto triste, quiero simplemente decir cuanto ha significado este campamento para mi. Mucha gente ha sentido aquí junto a mi, la magia de este lugar y ha sentido que crecía y maduraba, pero en mi caso este crecimiento fue tan enorme. 

Llegué a este campamento como una niña tímida una niña de tan solo ocho años que tenía miedo a no pasarlo bien pero, bueno, muy bien lo tuve que pasar como para que nueve años después este aquí despidiéndome de vosotros.

Pase parte de mi infancia aquí y fui muy feliz, pasé mi preadolescencia aquí y me enseñaron mejor que en cualquier otro sitio cuales son los mejores principios a seguir y ahora, cuando soy una adolescente me han enseñado ha admirar la naturaleza, admirar el compañerismo, me han enseñado a vivir mi vida de la mejor manera que podría imaginar.

Hoy nos toca a muchos de nosotros despedirnos de nuestro perfume de una rosa, de nuestro hogar y, si no es así, al menos nos toca cerrar una etapa de nuestras vidas aquí, una vez más en este año me toca hacerme a la idea de que Peter Pan tiene que crecer, que me toca entrar en ese mundo de gigantes que tanto respeto me ofrece.

No quiero irme de aquí sin contaros algo, los 130 días que pasé aquí fueron los mejores de mi vida los días en los que el yo que los prejuicios escondían salía a relucir. Sin dar las gracias a todos los compañeros que tuve estos 9 años, a todos los profesores y a todos esos miembros de Juventud Idente que en Murcia y fuera de allí me ayudaron a crecer.

Como no, muchas gracias a Jon por ser como un profe para mi y por dejarme ser tan yo, gracias Hector por ser la voz de mi conciencia, Adriana y Noelia gracias por vuestra preocupación y cariño, Sara gracias por nuestra amistad intermitente, me encanta saber que estás sin estar, Vicente mil gracias por enseñarme que cambiar, crecer, no es imposible, gracias Felipe por ser mi apoyo cuando el miedo a ser profesora me ahogaba y por tu enorme capacidad para entenderme, gracias Hermana porque sin ti nada de esto ocurriría, sin ti nunca me habría atrevido a pensar por mi misma.

Gracias Quintanabaldo por los 9 años más bonitos de mi vida. Gracias a vosotros por darme un ultimo año tan perfecto como siempre.

Un abrazo enorme y hasta la próxima

Todo.


Todo crece. Todo cambia. Todo sigue. Todo llega
Todo empieza. Todo arde. Todo vuela. Todo ama
Todo desea. Todo cree. Todo suspira. Todo es
Todo desaparece. Todo suena. Todo calla. Todo luce
Todo se apaga. Todo sonríe. Todo llora. Todo vive
Todo muere

Todo es todo y con un todo solo abarcamos una parte

Es como volar sin alas.


Sube la temperatura.
Estamos perdiendo altura
Perdimos el motor izquierdo y vamos a por el derecho.
Pasaremos a volar por el cielo sin atarnos a ningún sillón.

Fue lo que siempre quisiste
Volar y ser libre
Seremos como el pájaro que busca aires más cálidos
Sentiremos el viento en lugares que no conocíamos.

La caída va a ser mortal
Pero habremos vivido
Pero habremos muerto
Como aquel que siempre se creyó inmortal.

Ya no está.


Desperté esta mañana
Su olor se había marchado
Ella no estaba en mi cama
Su recuerdo parecía lejano

Me caí de la nada,
Letras sin rumbo
Un lienzo blanco pintaba
Melodías dando tumbos.

Miré el techo cansada
Pensé en mi musa
Recordé sus bragas
Y perdí la blusa.

Llegó un día

Llegó un día, apareció como de la nada y su mirada tierna me dejó ver el toque infantil de su rostro.

Llegó un día y sin darme cuenta nuestras caderas chocaban, nuestras manos se rozaban casi sin querer. 

Llegó un día y me acarició el rostro, la miré y pensé que algo tan dulce, tan suave y tierno no podía ser cierto. Entonces habló y en el temblar de sus palabras me di cuenta de que todo era igual de irreal para ella. 

Llegó un día y beso mis labios, y probó mi cuerpo y de un golpe comprendí la utilidad de todo lo aprendido en mi vida hasta ese instante.

Llegó un día en el que con una rodilla en el suelo y una caja entre las manos me pidió que me mudara con ella a un lejano país, fue entonces cuando comprendí porque había sido tan perfecto.

Llegó un día a un país que ahora me suena lejano y probamos las incertidumbres de los viajes, y porfín llegamos a comprender que nuestro hogar estaba en nosotras y en nadie más.

Me pidió que lo dejara todo por ella y sin dudarlo solo le dije que me iría si era tan solo el primer puerto de nuestras largas vidas.


Es el momento.


Es tiempo de flores de un rojo vivo en los balcones
Es tiempo de pájaros cantando en los arboles
Es tiempo de risas de niños en los parques
Es tiempo de rayos de sol que te hacen cálido los más frío.

Es tiempo de que todas las flores se mustien
Es tiempo de polluelos caídos de sus nidos
Es tiempo de niños que lloran desde el suelo
Es tiempo de rayos de sol que te queman la piel.

Abandónate a la pérdida


Me dejé el alma
en la cama
de alguna dama

Me dejé la blusa
cuando confusa
buscaba mi musa.

Me dejé el aliento
en arreglar el talento 
que me dio el tormento

Me perdí en la luna
buscando la cuna 
que resultara más oportuna

Me dejé la vida
entre ida y venida
buscando la salida
en un laberinto perdida.

Tardes de lluvia


Un goteo constante, regular
olvidaba lo que pasaba en mi vida,
Y una orden concreta llegaba.
Mi vida estaba atada a ese repicar.

Que no pienso,
solo dejo que se muevan a su antojo

Solo me deleitan sin entender yo por qué.

Y se escapó.


Vas caminando calle abajo 
te das cuenta de que algo a cambiado.
No es algo físico 
ni siquiera algo palpable.

Vas caminando 
sientes que el alma se te ha mudado.
No en color ni en lugar
solo es menos agradable.

Tristes, tristes.






Triste la mirada del niño 
que no jugó sin prisas.
Triste la mirada del joven 
que no murió de amor.
Tristes los ojos de aquel hombre 
que no sintió la vida.
Tristes la pupilas cansadas 
del que no vivió la muerte.

Y aún lo miro


Y aún tras cuatro años de su hastío,
cada día que paso por su seno
lo miro
anhelando aquel perro sereno,
lo miro
anhelando su brillar solitario y certero.

Y aún en el presente
sabiendo que no volverá 
sigo mirando por si, ausentes
en los días está 
una luz inexistente
tras mis paredes de sal

Así es el azar.


En la brisca bastos.
En el domino dos cincos.
En el parchís triple seis.

En los juegos es suerte.
En la vida tino.

Canta un gallo libre desde lo alto de aquel balcón,
lleno de heridas por la batalla contra aquel halcón.
Cantan las gallinas desde lo inmenso de su encierro,
con los corazones en los huesos, culpa del aberro.

Y acabar por fin.

Esta tortura del pensar desordenado.
Este horrible mundo de los sueños, eterno.
Este único momento especial.
Esta única tortura individual.

Esta forma fría de escribir sin pensar.
Este calor dentro del alma.
Estas ganas eternas de tirar a la basura todo el pasado,
tirar a la basura todo el futuro.

Tirar por un precipicio el presente inminente.



Quizá suene bonito esto que acabo de escribir o quizá seas capaz de ver el trasfondo de mis palabras y te aterre que sea capaz de pensar estas cosas, sea como sea para mi esto no es un pensar frío, para mi esto es aparentar que soy un alma libre del lastre de otras personas un alma pura que sabe que es alma y que siente que es cuerpo.
Quizá mi único problema sea que ni siquiera yo sé quien soy, quizá mi mayor problema es no tener una identidad clara, quizá mi problema sea esa dualidad que decidí crear en mí innecesariamente.

Un adiós constante.


Miras al suelo, esperando que no vea tus ojos tristes, aprietas los puños para conseguir que de tu anudada garganta salga un tímido "hasta pronto"que no sabes si volverá que, no sabes cuando se cumplirá.

Estas sentada, escuchando una vez más las charlas de aquella apagada vida, y como de repente sientes que algo se te rompe dentro, es la hora, es la hora en la que te tocaría a ti estar en el anden de esa estación diciéndole adiós. En cambio estas ahí escuchando que pensaba San Agustín del devenir de los seres, de la vida.
Quieres levantarte y correr, quieres llorar, quieres gritar, quieres tirarlo todo y pedir un poco de silencio para pensar con claridad.
Recuerdas sus ojos llenos de lágrimas y sus palabras, en 7 días estaré de vuelta. Te aferras a esos siete días y desojas una margarita inexistente esperando que vuelva.

Al fin y al cabo, si vuelve, todo se volverá a repetir porque... tendrá que volver a partir.

Miradas inexistentes.


Ahí, sentado, como el que no quiere la cosa.
Sus ojos que están sin estar me miran.
Me recriminan algo que yo nunca hice.
Pero ahora comienzo a sentirme culpable.

No hablan, esta vez tan solo me miran.
Ya hablaron ayer lo suficiente.
Se que piensan que todo fue mi culpa. 
Pero esta vez me miran.  

Solo me miran.