No tiene un fin claro.


Paseo por un parque apartado de todo el ruido de la ciudad, un parque enorme con un gran lago en medio, solo se escucha el ruido de los patos, el movimiento del agua y esos gritos de niños jugando que nunca podrían llegara a molestar.

Junto al lago hay un precioso sauce llorón, me encantan esos arboles, el juego de luces que sus ramas ofrece llega a hipnotizarme. Así que me siento en una piedra bajo el árbol, mirando al lago. Me quedo embobada con dos patitos pequeños que intentan salir del agua pero el escalón es tan grande que les está costando demasiado. Me enternece el corazón ver a "mamá pato" bajar de nuevo al agua y empujar el culo de los dos patitos para ayudarlos a subir.

Me tumbo en el cesped y me quedo hipnotizada con las ramas del sauce, el viento las mece y ellas bailan su danza de melancolía, su danza pesada, triste con un ritmo casi inexistente. La luz del sol, que ya está cayendo por el horizonte, se cuela entre algunas ramas del sauce y juega con el viento. Es el contraste perfecto, el sauce, viejo y cansado con su danza pesada mientras el viento y el sol como dos niños juguetones corretean e intentan animar al anciano sauce.

El sol ya casi ni se ve y las farolas han comenzado a encenderse así que decido levantarme y emprender camino hacia ningún sitio porque, eso es lo que quiero hacer, deambular sin un rumbo fijo al igual que mi mente esta divagando sin llegar a un puerto claro. ¿Seguirá pensando en mi tanto como antes?¿Desparecerá en algún momento de mi vida?¿Cuando volverá a cambiar todo?¿Cuantas mas personas se irán de mi lado?¿Viviré mucho más?¿De verdad estoy aprovechando al máximo mi vida?¿Soy feliz?¿Qué es ser feliz?¿De verdad hay gente que puede hallar felicidad en cosas tan horribles como asesinar cualquier organismo vivo?¿Cuánta gente podrá morir en un segundo en todo el mundo?¿Y cuánta gente nacerá?¿Será real todo aquello de la reencarnación?¿Por qué no puedo creer en nada?¿Por qué no quiero creer en nada?¿Por qué cree la gente?¿Por qué todos intentan imponer sus creencias?¿Por qué el mundo es así tal como es?¿Por qué mi ideología es una utopía si nadie se atrevió a probarla?¿Por qué nací en esta época y no en otra distinta?¿Cómo hubiese sido nacer en una época pasada?¿Pero que demonios me pasa en la mente, por qué no puedo parar de divagar?.

Ese pensamiento y mil más son capaces de pasar por mi mente en unos pocos minutos y todos son respondidos y meditados con toda la profundidad que mi mente es capaz de otorgar a las cosas.

Para cuando soy capaz de salir de mis preguntas encadenadas me doy cuenta de que la noche ya ha caído demasiado, me ruge la tripa y aunque no siento hambre creo que lo más oportuno sería meter algo a mi cuerpo así que, paro en un bar, tomo un bocadillo y me marcho a la estación de autobús. Fue un viaje muy bonito pero mañana a primera hora debería estar de nuevo en casa.

Todo es tan rápido como volver a abrir los ojos.

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